Al reconocer nuestra debilidad delante de Dios podemos abrir nuestro corazón y pedir misericordia a nuestro creador para que él se mueva a nuestro favor, cada vez que ponemos nuestras luchas ante él podemos encontrar las respuestas, pues a nosotros nos pueden vencer pero a Dios nadie lo vence y si esta de nuestro lado entonces él nos dará la victoria...
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