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lunes, 26 de octubre de 2015

LLEGO LA HORA DE LIMPIAR TU CORAZÓN 


La vida está llena de experiencias y vivencias, tanto positivas como negativas. En nuestro corazón se aloja todo cuanto vivimos con pasión: lo bueno y lo malo. A veces las cosas malas que nos han pasado ocupan demasiado sitio en nuestro corazón.

Pero hay esperanza, pues al igual que en nuestros hogares, la limpieza y el orden es posible, y nuestro corazón también requiere de dicho cuidado. Si aprendemos a desechar lo malo podremos disfrutar al fin de cada día que vivimos…


Hoy empecé limpiando mis papeles y notas, tirando las cosas que no me sirven pero que guardaba quién sabe porqué, cosas de las que me costaba deshacerme pese aparentemente no me aportaban nada. Finalmente me animé a tirarlas y pensando en ello me di cuenta que con nuestra mente y corazón nos ocurre lo mismo:

Siempre estamos guardando muchas cosas en nuestro corazón, cosas como el daño que una vez nos hicieron, las veces que tuvimos que recoger los pedazos de nuestro corazón, motivos de lágrimas que mojaron nuestra almohada, noches de insomnio por no poder resolver tareas pendientes, y todo malos sentimientos que guardamos dentro de nosotras mismas… A lo largo de la vida acumulamos innumerables cosas innecesarias o que incluso llegan a sernos perjudiciales, cosas que no nos dejan ver la luz. Nuestra vida podría llegar a ser mejor si sacamos de ella esas cosas que acumulamos y sólo estorban.


A muchas personas les pasa como si cada día algo malo les ocurriese, sufren una pérdida diaria, sienten que los días son grises, y es que no pueden ver más allá de los problemas que tienen porque ya están a tope con todo cuanto les sucede y ha sucedido, durante años han acumulado experiencias negativas, y ya no pueden ver más allá. En momentos así hay que saber detenerse y hacer un balance, empezar a valorar si realmente merece la pena seguir con cargando con esas cosas o si es mejor dejarlas a un lado, tirarlas, desecharlas y empezar de nuevo sin los rencores y frustraciones que no nos permiten seguir o mirar hacia adelante.

Cuando tenemos un corazón limpio de buenos sentimientos hay espacio para poder llenarlo de nuevo de amor, de más comprensión y paciencia hacia nuestros seres que nos rodean. Debemos dejar las culpas a un lado si no queremos sentirnos tan miserables en la vida. Hoy mismo es un buen día para cambiar esas actitudes y dar un paso a la felicidad, porque no importa cual injustas puedan ser las cosas que tengamos que estar cargando, sí somos capaces de limpiarnos de las malas actitudes que hemos guardado.


Cuando hemos acumulado porquerías en nuestro corazón, todo cuanto nos rodea se ve afectado por ello. Hemos alejado a nuestras amistades, nuestra pareja e incluso nos hemos alejado de Dios. Todo esto lo podemos recuperar, nuestras vidas pueden volver a tener sentido, pueden volver a tener luz… pero hemos de darles cabida a estas cosas, debemos limpiarnos para hacer lugar a las cosas buenas que la vida nos da.

Los recuerdos siempre serán parte nuestra, pero hay que mirarlos como lo que son, simplemente "recuerdos". Es bonito recordar, incluso llorar por las cosas que un día nos hicieron sonreír, se puede vivir con esos sentimientos que siempre ocuparan un espacio en un rincón de nuestro corazón , pero también estando muy claras que sólo son eso: recuerdos.


Limpiemos nuestras heridas así como limpiamos nuestro hogar que siempre queremos que se vea limpio y ordenado. Si tienes un lugar en el que puedas estar tranquila escuchando suaves melodías que te den paz, un lugar en el que puedes estar en un silencio que sólo te pertenece a ti, ve a ese lugar y pasa ese tiempo personal contigo misma. Dedícate el tiempo que sea necesario, luego levántate y vuelve con una actitud buena y dispuesta a querer ver la vida a colores.

Nuestro cuerpo es como nuestra casa, si la mantenemos en orden, incluyendo nuestros sentimientos, siempre quedará más espacio para llenarlo con lo mejor de nosotras, la amistad, la comprensión, paz, amor, y buenas intenciones. Sólo así lograremos un perfecto equilibrio en nuestra vida.

domingo, 25 de octubre de 2015

Examina tu vida


Cuando todo se pone en tu contra, cuando ves hacia cada lado y solo se muestra un desierto amplio, examinas tu vida y te das cuenta que te sientes vacío, andando por el mundo sin un sentido, y es que todo lo que te ha sucedido a lo mejor ha cambiado tu perspectiva de la vida. De ser una persona entusiasta y motivada, espiritual y de fe, pasaste a ser una persona fría, que contempla con sus ojos como todas las cosas a su alrededor van cambiando.


Y es que a veces llegamos a pensar que todo cambio, que todo a nuestro alrededor ya no es igual, que Dios ya no velo por nosotros como “antes lo hacía”, que algo está pasando. Pero, ¿Será que Dios cambio?, ¿Será que el dejo de hacer lo que hacía en nuestra vida?, o ¿Será que nosotros cambiamos?


A veces creemos que Dios cambio con nosotros, cuando en realidad los que hemos cambiado somos nosotros. Creemos que Dios dejo de la noche a la mañana de hacer las cosas que hacía en nuestra vida, pero la realidad es que nosotros provocamos cada cambio desde que decidimos alejarnos de Él, quizá reemplazándolo por otras cosas que sin darnos cuenta se convirtieron en prioridad en nuestra vida quizá hasta antes que Dios.


Antes de pensar en que Dios cambio contigo, ¿Porque por un momento no piensas en lo que tú has cambiado?, ¿Qué dejaste de hacer que antes hacías?, ¿Qué olvidaste qué antes era tu prioridad?, ¿Qué cosas reemplazaste en tu vida que te llevaron a sentirte vacio?


Si realmente fuéramos sinceros con nosotros mismos nos daríamos cuenta que a veces nos sentimos vacios porque nosotros solos hemos provocado eso, tomando decisiones equivocadas, dejando que las personas afecten nuestra vida, descuidándonos de nuestra relación personal con Dios y poniéndole más atención a cosas vanas.


Quizá hoy te sientes vacío, quizá este día te sientas alejado de Dios, quizá pienses que nada es igual y que nada volverá a ser igual, pero antes de pensar o sentir todo eso hoy quiero invitarte a intentarlo una vez más, hoy quiero invitarte a volver al punto desde donde crees que te detuviste y comenzar a hacer las cosascorrectamente cómo lo tendrías que haber hecho.


Examina tu vida, detecta que son las cosas que te están apartando de Dios, detecta que son las cosas que está obstaculizando relación con Dios y ten el valor de hacerlas a un lado.


¿Quieres dejar de sentirte solo, vacío y sin un sentido de vida?, entonces comienza por tomar decisiones valientes que como consecuencia te traerán el gozo del Señor a tu vida.


Nada en la vida tiene más valor que estar bien con Dios, nada en la vida tiene más importancia que sentirte bien delante del Señor y eso solo se logra a través de una comunión real y sincera con Dios.
Hoy te invito a auto examinar tu vida, detectar los errores, solucionarlos, aplicarte, pero sobre todo, tener la voluntad y determinación de salir de ese bache en el que a lo mejor te encuentras y comenzar a depender de Dios a través de una relación intima con Él, pues solo de la mano de Dios podemos salir de las situaciones más difíciles que podamos enfrentar.


¡Dios está dispuesto a encontrarse y renovar su relación contigo! ¿Tú lo estás?


“Sin embargo, hay algo que no me gusta de ti, y es que ya no me amas tanto como me amabas cuando te hiciste cristiano. Por eso, acuérdate de cómo eras antes, y vuelve a obedecer a Dios. Deja de hacer lo malo, y compórtate como al principio. Si no lo haces, yo iré a castigarte y quitaré tu candelabro de su lugar.”


Apocalipsis 2:4-5 Traducción en lenguaje actual (TLA)

jueves, 15 de octubre de 2015

Dar sin esperar 


Este norteamericano recibió un título de medicina del Colegio de Medicina de la Universidad de Nueva York. Recibió una asignación para el Laboratorio de Investigación de Virus, en la Universidad de Pittsburgh. Le fue indicado por parte del ejército desarrollar una vacuna contra la influencia y entre los muchos honores que recibió se encuentra la Medalla Presidencial de la Libertad.

Sin embargo, Jonas Salk no es conocido por lo que recibió, sino por lo que ofreció. Él y su grupo de investigadores dieron su esfuerzo para preparar un virus que inactiva la polio y que puede servir como un agente inmunizador contra ella. Para 1952, ellos habían creado una vacuna y en 1955, fue difundida para ser usada en los Estados Unidos, prácticamente así terminando con las consecuencias catastróficas de la polio.

Recibirás muchas oportunidades en tu vida, y lo más probable, un número de certificados, diplomas, y premios. Pero lo que al final contará es lo que haces con el entrenamiento que has recibido y las habilidades y características que has desarrollado.

Encuentra la forma de dar, crear o generar algo hoy que pueda ser de beneficio a otros. En tus acciones no solo habrá un potencial para la fama y la recompensa, sino también una gran satisfacción personal, la recompensa de los más altos valores.

Ninguna persona jamás fue honrada por lo que recibió. El honor fue la recompensa de lo que dio.

Proverbios 21:26
El justo da y nada recibe.

sábado, 10 de octubre de 2015


El Pianista

Hay personas que quisieran dar media vida para lograr lo que otros han conseguido y también, existen aquellas personas que dieron más de media vida para alcanzar sus sueños en la vida... A cuál de los dos perteneces tú?...

La sala de conciertos estaba completa; es más, se observaban en la parte de atrás algunos asistentes de pie, urgiendo la presencia del artista; los boletos se habían agotado un mes antes de su presentación; uno de los mejores pianistas del mundo era el protagonista de tan grande expectación.
A la hora en punto de iniciar, apareció en el escenario. La ovación no se dejó esperar, se hizo un profundo silencio, y sin más se escucharon las primeras notas de la Polonesa de Chopin. Conforme iba avanzando en su magistral ejecución vimos la transformación del artista; la pasión iba creciendo, su rostro manifestaba una profunda concentración que se reflejaba en cada nota con una emoción que más pareciera estar tocando con el corazón que con las manos. El sudor cubrió su frente, su cabellera se fundía con el ritmo de su música. El éxtasis en la parte alta de su concierto no era exclusividad del artista, los asistentes estaban paralizados y en sus rostros se reflejaban las pasiones que el músico les transmitía. Con el violento movimiento final se cerró la magistral ejecución; los aplausos fueron desbordantes, el público de pie lanzaba gritos de júbilo y de felicitación. El artista tuvo que volver al escenario en cinco ocasiones más para recibir el tributo de sus admiradores.
Ya una vez en su camerino, los más importantes personajes de la ciudad tuvieron el privilegio de saludarlo personalmente, y entre ellos, se encontraba una distinguida dama que hizo el siguiente comentario:
- Maestro, ha tocado en forma por demás magistral, yo daría la mitad de mi vida por ejecutar un concierto como usted lo ha hecho hoy.
El artista humildemente le contestó:
Yo, ya lo he hecho señora.
La admiradora agregó:
Sé que se ha preparado durante muchos años, pero explíqueme, ¿de dónde le sale toda la fuerza que usted transmite?
De la pasión que siento por lo que hago. Ella es la impulsora que me hace lograr todo en plenitud. Nunca he podido ejecutar una pieza si primero no la siento y cuando logro despertar esa musa mágica dentro de mí que es la pasión, sé que toco, porque la siento en el alma. De hecho, no creo que nada grande se pueda lograr sin ella; es la fuerza que nos ha permitido tener magistrales obras de arte, iniciar grandes proyectos, es la impulsora de la creatividad, es la fuente de energía más poderosa que radica en el corazón de todos los seres humanos.
Atrevámonos a reconocer en nosotros la pasión que tenemos dentro para realizar la mejor obra de arte en nuestra vida, siendo lo que somos, teniendo lo que tenemos y aún faltándonos lo que nos falta, por la pasión podemos brillar y hacer la diferencia en nuestro hogar, en la fuente laboral, en la sociedad.
Si reconocemos esa pasión en nuestro interior podríamos hacernos diferentes y dar lo mejor siempre y no cada vez que nos sintamos alegres solamente. Ser mejor cada día no depende de nuestro estado de ánimo, depende de lo que nos creamos capaces de alcanzar aún a pesar de nuestras limitaciones. La pasión activa el deseo, el ser mejor lo culmina nuestra decisión.

viernes, 9 de octubre de 2015

AMOR DE HERMANOS 


Dos hermanitos en puros harapos, uno de cinco años y el otro de diez, iban pidiendo un poco de comida por las casas de la calle que rodea la colina. Estaban hambrientos: “vaya a trabajar y no molesten”, se oía detrás de la puerta; “aquí no hay nada, pordiosero…”, decía otro… Las múltiples tentativas frustradas entristecían a los niños…
Por fin, una señora muy atenta les dijo: “Voy a ver si tengo algo para ustedes… ¡Pobrecitos!”

Y volvió con una cajita de leche.

¡Qué fiesta! Ambos se sentaron en la acera.

El más pequeño le dijo al de diez años: “tú eres el mayor, toma primero…y lo miraba con sus dientes blancos, con la boca medio abierta, relamiéndose”.

Yo contemplaba la escena como tonto… ¡Si vieran al mayor mirando de reojo al pequeñito…!

Se lleva la cajita a la boca y, haciendo de cuenta que bebía, apretaba los labios fuertemente para que no le entre ni una sola gota de leche.

Después, extendiéndole la lata, decía al hermano:

“Ahora es tu turno. Sólo un poquito.”

Y el hermanito, dando un trago exclamaba: “¡Está sabrosa!”

“Ahora yo”, dice el mayor. Y llevándose a la boca la cajita, ya medio vacía, no bebía nada.

“Ahora tú”, “Ahora yo”, “Ahora tú”, “Ahora yo”…

Y, después de tres, cuatro, cinco o seis tragos, el menorcito, de cabello ondulado, barrigudito, con la camisa afuera, se acababa toda la leche… él solito.

Esos “ahora tú”, “ahora yo” me llenaron los ojos de lágrimas…

Y entonces, sucedió algo que me pareció extraordinario.

El mayor comenzó a cantar, a danzar, a jugar fútbol con la caja vacía de leche.

Estaba radiante, con el estómago vacío, pero con el corazón rebosante de alegría.

Brincaba con la naturalidad de quien no hace nada extraordinario, o aún mejor, con la naturalidad de quien está habituado a hacer cosas extraordinarias sin darles la mayor importancia.

De aquél muchacho podemos aprender una gran lección: “Quien da es más feliz que quien recibe.”

Es así que debemos amar. Sacrificándonos con tanta naturalidad, con tal elegancia, con tal discreción, que los demás ni siquiera puedan agradecernos el servicio que les prestamos.”

¿Cómo podrías hoy encontrar un poco de esta “felicidad” y hacer la vida de alguien mejor, con más “gusto de ser vivida”?

¡Adelante, levántate y haz lo que sea necesario!

Cerca de nosotros puede haber un amigo que necesita de nuestro hombro, de nuestro consuelo y, quizá aún más, de un poco de nuestra paz…

En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. Hechos 20:35

sábado, 3 de octubre de 2015

¿QUIÉNES SON LOS QUE BUSCAN A DIOS ?

Uno que busca a Dios,es aquel individuo cuyo anhelo por Dios nunca queda satisfecho.

El que va en pos de Dios, es aquella persona cuya pasión por la presencia de Dios lo impulsa a buscar lo imposible, con la esperanza de ser alcanzado por lo inalcanzable.
Un niño persigue a su amoroso padre,hasta que de pronto,los fuertes brazos del padre estrechan al que lo persigue se convierte en cautivo;el que fue perseguido en el apresador. Pablo lo explica de la siguiente manera:"sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello por lo cual también fui alcanzado " (filipenses 3:12).

Job era uno que iba en pos de Dios.Él dijo:¡Oh,si supiera dónde puedo encontrarlo!" David también lo era;él dijo:"mi alma te anhela". Pablo también lo era:"a fin de conocerte..."Los senderos apasionados de los que van en pos de Dios pueden ser trazados a través de las paginas de la historia,desde Moisés el tarta mudo,David el cantante y pablo el predicador ambulante,hasta contemporáneos que comparten una cosa en común: un hambre incansable por ir en pos de Cristo,al haber probado de su bondad,y vislumbrado momentáneamente lo invisible,no puede ser satisfechas con manos.

Añade tu nombre a la lista...sé uno de los que va en busca de Dios.¿Quién sabe? Quizá sea uno de los que son atrapados por Él.
   
                                                                     Claudio Freidzon