Salmos 119
25 Estoy tirado en el polvo; revíveme con tu palabra. 26 Te conté mis planes y me respondiste. Ahora, enséñame tus decretos. 27 Ayúdame a comprender el significado de tus mandamientos, y meditaré en tus maravillosas obras. 28 Lloro con tristeza; aliéntame con tu palabra. 29 Líbrame de mentirme a mí mismo; dame el privilegio de conocer tus enseñanzas. 30 He optado por ser fiel; estoy decidido a vivir de acuerdo con tus ordenanzas. 31 Me aferro a tus leyes.Señor, ¡no dejes que pase vergüenza! 32 Perseguiré tus mandatos, porque tú aumentas mi comprensión.
Amado Dios te damos gracias por que grande es tu misericordia y cada día nos permites acercarnos a ti con un corazón quebrantado.
Si no has podido percibir la presencia de Dios en tu vida es el momento indicado para que abras tu corazón y renuncies a todo lo que te impide acercarte a El.
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