revístanse, quítense las ropas viejas
“…Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”. Romanos 13:12-14
Si lo piensas esto es muy relativo a cuando entras a trabajar a una nueva empresa, o u nuevo cargo; debes usar un uniforme que te identifique, con el cual representas algo o a alguien.
Cambiar nuestra vestidura es un acto de coraje, de valentía, de fe y compromiso; es desechar la ropa vieja que lleva consigo el pecado, las malas costumbres, los malos hábitos. Ser imitadores del mejor modelo de vida en la tierra Jesucristo ese es nuestro reto, nuestra meta.
Quieneen nuestra nueva ropa se darán cuenta de lo que somos, si estamos dispuestos a modelar una vida en santidad o nos conformamos con caminar por la pasarela con una vida falsa llena de mentira y maldad.
Efesios 4:24 “…Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Efesios 6:11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Colosenses 3:12-14 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.
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