Debemos ser precavidos y estar en una búsqueda constante de Dios, para que todos los días el pueda llenar nuestras vasijas con ese aceite puro que solo El nos puede dar, que no seamos como aquellas mujeres insensatas que se confiaron y se quedaron durmiendo y a ultima hora quisieron llenar sus vasijas pero ya era tarde, sabemos que Jesús regresara y debemos estar preparados para que el día de su venida nos podamos ir con el y nuestro deber es dirigir a nuestros hermanos para que también estén preparados...
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