Mantener enamorado a nuestro cónyuge, no es cuestión de juventud o galantería , sino más bien de buscar siempre la felicidad del otro antes que la propia.
Cuando nuestra relación tiene como base el amor a Dios, no solo esta garantizada nuestra felicidad matrimonial, sino una eternidad basada en el verdadero y único amor, es decir DIOS...
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